Esta propuesta es viable en parte una vez que se reformule, en clave de fortalecer el sector y facilitar las condiciones que permitan abaratar costes, ya que no se puede incidir al regular directamente el precio. La propuesta está alineada con acciones de planes municipales actualmente en vigor, aunque su implementación se considera de alta complejidad.
El punto de "Fomentar la aparición de productos ecológicos de pequeños productores en los supermercados" no se acepta, dado que se considera que coacciona la libertad del propio supermercado de ofrecer aquellos productos que estime convenientes (libertad de empresa). Ahora bien, para los supermercados que quieran, se podría estudiar la forma de facilitar que dispongan de estos productos acercando iniciativas de distribución de circuito corto, como Terra Pagesa.
Con respecto al punto "Incrementar las subvenciones y ayudas fiscales a los pequeños productores locales y las cooperativas de consumo con el objetivo de reducir los costes de producción", hay que tener presente que algunas de las competencias fiscales pertenecen a la Generalitat de Catalunya o al Estado español.
En general, es imprescindible la implicación de todas las áreas y direcciones con competencias (Comercio, Mercados, Consumo, Alimentación Sostenible, Licencias...), así como la vertiente de Fiscalidad en las acciones que impliquen ayudas fiscales.
Se pueden llevar a cabo acciones orientadas a garantizar este tipo de productos a colectivos vulnerables (derechos sociales) a través de tarjetas monedero vinculadas a cooperativas, etc. De hecho, se están realizando pruebas piloto en esta línea, promovidas por la Oficina Conjunta de la Alimentación Sostenible (que es de ámbito supramunicipal: Generalitat de Catalunya, Ayuntamiento de Barcelona, PEMB y Prodeca).
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