Los espacios litorales son clave para la vida de la ciudad. En ellos intervienen una multitud de agentes públicos y privados y han estado sometidos, en los últimos años, a un uso cada vez más intenso. No es extraño, pues, que en este ámbito hayan aparecido situaciones de conflicto y tensiones entre los diversos actores, un contexto que es difícil gestionar con los mecanismos clásicos de gobernanza.
Este nuevo plan va al encuentro de los problemas de la ciudadanía y quiere hacer posible que el litoral de Barcelona sea un espacio público de calidad, abierto y gozado por todos y todas. Se trata de establecer una estrategia conjunta que aglutine todas las actuaciones que sean necesarias para ello y que a su vez esté pactada con los ciudadanía y todos los agentes administrativos y territoriales incumbentes.
Desde sus inicios, la historia de Barcelona ha estado íntimamente ligada al mar. El margen litoral se ha ido transformando a lo largo del tiempo desde un sistema de lagunas y marismas a un paisaje fuertemente antropizado, con predominio de instalaciones industriales en el siglo XIX, hasta llegar a un frente urbano consolidado como el que conocemos hoy en día.
Abrir Barcelona al mar ha sido, sin lugar a dudas, uno de los grandes retos y logros de las políticas municipales de los últimos 40 años. Desde los años ochenta hasta principios del siglo XXI, Barcelona ha transformado más de 15 km de litoral a través de grandes operaciones urbanísticas impulsadas por eventos internacionales como los Juegos Olímpicos de 1992 y el Fòrum de les Cultures de 2004, consolidando así una nueva fachada hacia el mar. Las transformaciones realizadas durante este periodo respondieron a proyectos de rehabilitación de gran magnitud y una nueva planificación de la ciudad que se entendía por primera vez en estrecha relación con el mar que la baña.
En la actualidad, los espacios del frente litoral están sometidos a rápidas transformaciones a favor de la cultura del consumo que a menudo chocan con las aspiraciones de la ciudadanía. Con el Plan estratégico de los espacios litorales de la ciudad se pretende reencontrar esa relación perdida de la ciudad con el mar y reforzar el carácter ciudadano de los espacios urbanos. La arquitectura funcional y los edificios deben perder protagonismo a favor de una nueva construcción histórica, social y cultural del litoral.
En este sentido, los objetivos principales del plan son:
Reconquistar el frente litoral como ámbito público de calidad, abierto y disfrutado por toda la ciudadanía.
Definir un modelo del litoral pactado con los actores clave de cada ámbito.
El proceso participativo, que se desarrollará mediante encuentros presenciales y también a través de la plataforma decidim.barcelona, es clave para la producción compartida y la búsqueda de consensos en torno a la diagnosis y las propuestas del plan
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