Las ciudades tenemos un papel clave a la hora de encontrar soluciones para mitigar las consecuencias del cambio climático, que afectan directamente a nuestra salud y adaptarnos para ser más resilientes, sostenibles y saludables.
Barcelona ha sido pionera históricamente en su lucha contra el cambio climático, con políticas innovadoras como el Compromiso ciudadano por una Barcelona+Sostenible, la Declaración de emergencia climática o la adaptación de la Agenda 2030.
Ahora se da un paso más con la Medida de gobierno del Plan Clima para situar las políticas climáticas en el centro de la acción municipal y afianzar nuestro compromiso con el planeta.
La Medida, aprobada por Comisión de Gobierno de 29 de noviembre de 2024, prevé, entre otros, el desarrollo del Plan Calor con el objetivo de preparar la ciudad a los aumentos de temperatura previstos.
El Plan debe incluir acciones encaminadas a reducir el efecto isla de calor urbano; mejorar el confort térmico de equipamientos de atención a los principales grupos vulnerables, crear espacios de refresco (refugios climáticos, sombras, espacios de agua) y mejorar la respuesta a las emergencias por el calor, el conocimiento y la innovación.
En este sentido, el Ayuntamiento de Barcelona promueve un proceso participativo que tiene como finalidad generar debate en torno a las medidas a incorporar a este Plan.
Para alcanzar este objetivo se plantean los siguientes objetivos operativos:
Informar del planteamiento y criterios para la redacción del Plan Calor.
Divulgar y enriquecer los trabajos técnicos en relación a la redacción del Plan.
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Recoger las propuestas y consideraciones ciudadanas con un debate constructivo para mejorar su aplicabilidad en torno a las siguientes temáticas:
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