En Barcelona existen Planes de Emergencia y Protocolos de actuación con el objetivo de prever y sistematizar la respuesta de los servicios municipales ante situaciones excepcionales, y de garantizar la coordinación con órganos superiores que pueden asumir el mando en determinadas circunstancias. La definición y el alcance de estos planes es a nivel de ciudad, ya que hay que garantizar una respuesta homogénea de los cuerpos operativos, pero, al mismo tiempo, consideran las especificidades y se despliegan sobre el territorio en función del grado de exposición y proximidad del riesgo.
Algunos de ellos están directamente relacionados con impactos que se prevé que se intensifiquen debido al cambio climático (como el Protocolo del Plan Básico para OLA DE CALOR o el PAM por riesgo de Insuficiencia Drenante / INUNDACIONES). Una de las medidas que contempla el Plan Clima (en su línea de acción 3) es la revisión de estos procedimientos para tener en cuenta la variable del cambio climático e introducir los ajustes que se consideren necesarios, también a nivel de territorio (por ejemplo intensificar acciones del Protocolo por Olas de Calor en los barrios que concentren más factores de vulnerabilidad).
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