El espacio de la plaza de Pou de la Figuera no está urbanísticamente bien resuelto. Para poder hacer un parque de verdad aumentando los árboles, arbustos y colocar parterres con césped es necesario retirar las porterías de fútbol que se han convertido en el eje sobre el que gira toda la plaza. Al no estar delimitado el espacio de juego por vallas es un terreno incómodo para los propios jugadores y provoca muchas molestias a los viandantes y paseantes de la zona, que lo suelen evitar. Por no hablar de la contaminación acústica que provocan los partidos que hace que muchos de los vecinos deban cerrar las ventanas que dan a la plaza para poder realizar sus actividades cotidianas en sus casas. La diversión de unos pocos incomoda a miles de personas de los alrededores. Se debería buscar un campo de fútbol cercano en condiciones para los usuarios de este espacio.
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