En un contexto en el que proliferan discursos contrarios a la cultura de defensa de derechos es muy importante fomentar contranarrativas “pro-derechos” que permitan combatir estos discursos. Esto es especialmente importante en las redes sociales, que es un entorno en el que este tipo de discursos de odio tienen mucha penetración. También se propone fomentar el lenguaje de las emociones, que es una estrategia para conseguir un mayor impacto en la población y que, a su vez, es la estrategia utilizada por los agentes que promueven los discursos contrarios a los derechos. Se trata, por tanto, de utilizar algunos de los recursos que utilizan los discursos de odio para contrarrestarlos.
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