Para garantizar los derechos humanos, una de las vías imprescindibles es el fortalecimiento de los servicios públicos como garantes del bienestar y que éste llegue a toda la población sin prejuicio de su nivel socioeconómico. En este sentido, es necesario tener en cuenta los derechos de las personas en situaciones de vulnerabilidad y las desigualdades territoriales en la ciudad a la hora de invertir en servicios públicos. También es indispensable que haya mejor coordinación entre ellos sobre todo en lo que se refiere a los servicios sanitarios y servicios sociales
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