Apertura de refugios climáticos A DIARIO, TODO EL VERANO, con termostatos graduables según zona o edificio.
La ciudadanía, sobre todo la más vulnerable, que no se puede permitir un fin de semana de vacaciones, experimenta cómo los refugios climáticos están cerrados o tienen unos horarios deficientes, o no se aprecie la diferencia de temperatura con la exterior.
Están por ejemplo las bibliotecas, que en la época de más calor se cierran y dejan sin acceso a decenas de usuarios, y cuando están abiertas, en vez de refugios hacen el papel contrario, ya que la ineficiencia de los aires acondicionados hace que parezcan hornos.
Es necesario aumentar los espacios que sirven de refugios climáticos.
Que los espacios que hacen de refugios climáticos permanezcan abiertos a disposición durante todo el verano.
Que la temperatura se adecúe y no sea tan alta como en años anteriores. Con la excusa del ahorro no bajan un par de grados el termostato (pero luego parece que no les preocupa tanto la eficiencia y ponen calefacciones en invierno cuando no es necesario).
Los sistemas de aire acondicionado y calefacción deben ser individuales y permitir que se puedan graduar según el tipo de local o dentro de un edificio, adecuarlo según la zona.
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