Objetivo 5. Combatir la emergencia climática y la crisis de extinción
El planeta se encuentra ante una evidente crisis climática por razón de las emisiones con efecto invernadero, la reducción drástica de la desforestación y el cambio de usos del suelo, el agotamiento del agua dulce, la contaminación química de las aguas, de los suelos y de la atmósfera, la perturbación de los ciclos de nitrogeno y fósforo, así como la crisis de extinción, la crisis de los polinizadores y la degradación de los suelos por destrucción de la microbiología.
Esta situación plantea la necesidad de adoptar medidas tales como la reducción del consumo de proteína animal, la expansión de prácticas de producción ecológica y otras prácticas sostenibles a toda la cadena alimentaria, la reducción del desperdicio alimentario, la huella hídrica y de la energía fósil invertida en la producción, distribución y almacenamiento de los alimentos y sus envases, así como la producción de la biodiversidad.
El sistema alimentario es responsable de entre el 21 y el 37% de las emisiones globales con efecto invernadro. El sistema agroalimentario de Barcelona tiene una huella de carbono de unas 2.527.983 toneladas al año.
En Europa, el transporte que ocurre entre la producción y la venta de alimentos supone alrededor del 6% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas al producto alimentario.
¿Qué crees que hay que hacer desde la ciudad para combatir la emergencia climática y la crisis de extinción?
¿Cuáles son las líneas de trabajo a desarrollar? ¿Qué propuestas de proyectos o acciones concretas nos pueden permitir aplicar estas líneas de trabajo? ¿Qué agentes clave hay que mobilizar? ¿Qué alertas tenemos que considerar?
Antes de responder os recomendamos consultar la ficha de este objetivo
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